lunes, 13 de agosto de 2018

Mamíferas

Gracias lactancia por haber protegido con los mejores nutrientes y anticuerpos a mi hijo recién nacido, a mi hijo que empezaba a gatear, a mi hijo que ahora corre por todos lados.

Gracias lactancia por estar siempre a tiempo, lista, con la temperatura y la cantidad perfecta. 
Gracias por arrullar a mi hijo, por calmarlo, sostenerlo, contenerlo, por amarlo. 

Gracias lactancia por tu sabiduría, por ser el único alimento que mi hijo aceptaba en días y noches de fiebres altas, de gripes e indigestiones. 

Gracias lactancia por enseñarme a fluir como la leche que brotaba de mis pechos, por la perseverancia, por cada minuto que me permitiste tener a mi hijo en mis brazos, viéndonos a los ojos y cerca de mi corazón. 

Gracias lactancia por las largas noches y por tantos amaneceres que vimos juntas. 

Gracias por ayudarme a criar a mi hijo, a aguantar los días de malhumor y cansancio, los de inapetencia, los de miedos e inseguridades. 

Gracias lactancia por quedarte con mi hijo cuando yo salía a trabajar, por ser mi yo-extendido que estuvo siempre con el. 

Gracias lactancia por conectarme con tantas mujeres que protegemos la vida, la salud y el amor. 

Gracias por enseñarme lo superpoderoso que es mi cuerpo, generador de un néctar perfecto y sagrado. 

Alimento de vida.

Por enseñarme que soy fuerte, capaz y mamífera. 

Gracias lactancia por dejarme ser, estar y pausar. 

Nos has nutrido a ambos. 

560 días. 
1 año, 6 meses, 12 días. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario